miércoles, 27 de agosto de 2008

Cómo saber si cumpliste 40 años

Esta es una serie de síntomas de que una entró en la cuarentena. Si te identificas con 5 o 200 de ellos significa que ya tienes 40, por más que quieras negarlo y escondas la cédula de identidad.

Síntomas en la vida social

Ya no tienes amigas que se casen de apuro.
Ya no tienes fiestas de casamiento: sólo te invitan a fiestas de quince.
Con tus amigos te ves cada vez menos, porque todos están demasiado cansados como para salir.
En las reuniones familiares, cada vez tienes que poner más sillas a la mesa, porque tus sobrinitos empiezan a venir con sus novios y novias
Cada vez concurres a menos espectáculos, porque la pereza que te da ir al centro y hacer cola en la boletería es mayor que las ganas de ver la película o la obra de teatro.
En las reuniones con tus amigas, en vez de llevar pasteles llevas botellas de vino.
Vuelves a llevar regalo a los cumpleaños, como cuando eras chica.
Con tus amigas, en vez de hablar de hombres, se habla de hijos, y en vez de hablar de modas, se habla de liftings.
Primero cambias cine por video, y después cambias video por el zapping del control remoto, porque hasta ir al video club te da pereza.
En las reuniones de amigos de ambos sexos, horror de horrores: ¡empiezas a hablar de política y economía!
No entras a un pub, porque el volumen de la música, la ropa que usan los clientes y cómo te mira la gente, hacen que quieras que te trague la tierra.
Con tus amigos, en vez de pasarla bien pasándola bien, la empiezas a pasar bien recordando las veces que estando juntos la pasaron bien.
Si pierdes tu agenda, pierdes tu vida social: no hay un teléfono que logres memorizar.
Empiezas a ir a las reuniones de consorcio del edificio en donde vives.
Te invitan a velorios cada vez con mayor frecuencia.
Tienes un grupo de amigos y parientes a quienes sólo encuentras en los velorios.
La inmensa mayoría de los llamados telefónicos que recibes en tu casa son para tus hijos.


En el restaurante

Si vas a un restaurante con tu marido, piden una pizza chica en vez de una grande, y una ensalada completa para compartir en lugar de una Suprema Maryland.
Eligen la mesa en la ventana para chusmear a la gente en vez de la mesita íntima del fondo.
Cuando el mozo te pregunta si al bife lo quieres bien cocido a más crudo, le respondes: "En pedacitos".
Evitas todo lo que sea picante.
Te quejas al mozo de que la gelatina es muy dura.
Pides tu orden sin sal, o con sal sin sodio.
En vez del restaurante caro y de moda vas al bodegón barato de la vuelta, o a la fonda del chino donde se come de todo por cuatro pesos.
En vez de Fondue Savoyarde en la Maison de Charles , tú y tu marido, van a buscar un pollo asado a la rotisería de la esquina.
Si ves una cucaracha debajo de la mesa, en vez de armar un escándalo al gerente, la pisas y sigues comiendo.
Sólo les dejas propina a los camareros que te atendieron bien.
Comes como una cerda, pero el café lo tomas con sacarina.


Síntomas físicos

Todos tus médicos son menores que tú.
Se incrementan las visitas al flebólogo.
Te empiezan a pedir densitometrías.
No te miras al espejo antes de haberte maquillado.
Evitas la luz despiadada de los ascensores con espejos.
No juegas al tenis con nadie menor de 45 años.
Dejas de comparar tus fotos recientes con las de hace 15 años atrás, y empiezas a compararlas con las de tu abuela.
Sos demasiado joven para el instituto geriátrico y demasiado vieja para ser una estrella de rock.
Compras menos para no cargarte con el peso de las bolsas.
Dejas de patinar en rollers, no porque te canse, sino porque el más viejo que concurre a donde puedes hacerlo tiene apenas 18 años.
Compras ropa que te tape en lugar de que te marque las formas.
Si sales a caminar o a correr por deporte, se lo cuentas a todo el mundo para que sepan que te da el cuero.
No consigues una amiga para jugar tenis, ni aunque pagues tú la cancha.
Ya no usas la bicicleta “ porque se llega antes en auto”.
Te anotas por quinta vez en un gimnasio, pagas la matricula, la cuota, le cuentas a todo el mundo que lo hiciste y a la segunda clase no vas, porque la primera te agotó, y además te saca tiempo para ir al supermercado.
Si te anotas en una clase de buceo te preguntan el nombre de tu hijo.
Ves los recitales de rock por televisión en vez de ir al estadio (en el campo te pisarían y en las tribunas no verías nada).
Después de una comilona, necesitas mucho más tiempo que diez horas de sueño para reponerte.
Una resaca alcohólica puede durarte dos días seguidos.
Te das cuenta que has tomado más de medio vaso de vino cuando al día siguiente tienes un dolor de cabeza que no se te va ni con quince aspirinas.
La alegría de haberte nadado un largo en la pileta, o de haber pedaleado diez kilómetros seguidos, se te evapora cuando te duelen todos los huesos durante la semana siguiente.
Empiezas a tener más oro en la dentadura que en el joyero.
Se te empiezan a llenar de remedios la mesita de luz y el botiquín.
Ya no tienes una amiga que no se tiña el pelo.
A tu marido le aparecen canas en el vello del pecho y a ti en el vello del pubis.
Cada vez te cuesta más trasnochar, y te cuesta menos levantarte temprano.
En vez de buscar mirarte en cualquier superficie que te refleje, empiezas a evitar los espejos.
Ya no te aburre veranear siempre en el mismo lugar: es más, te ahorras el stress de innovar.
Te das cuenta que tu boca promete cosas que tu cuerpo no puede cumplir.
Te entusiasma más la idea de llegar a casa y ponerte las pantuflas, que de llegar a casa, ponerte los tacos altos y salir a bailar.
Cada vez te cansa más atarte los cordones.
Te gusta más el invierno que el verano: no tienes que ponerte la malla.
Cuando vas a la playa, en vez de caminar hasta el muelle y vuelta, o saltar las olas y nadar detrás de la rompiente, te dedicas a embadurnarte con Pantalla 50, y quedarte debajo de la sombrilla a leer el diario.
Los sábados a la noche, en vez de salir, resuelves quedarte en casa con un buen libro, si no hay nada en la tele.
Evitas la ropa sin mangas para que no se note cómo se te aflojaron los brazos.
Ya no te entusiasma salir a comprarte ropa, porque ves las vidrieras llenas de cosas que te quedarían ridículas.
No encuentras zapatos lindos que puedas usar sin llorar del dolor.
Ante cualquier dolorcito, piensas que es preinfarto o tumor maligno.
Te cansas en las escaleras, aun bajándolas.
Lo mejor de las noches de verano no es caminar a la luz de la luna, sino quedarse en casa con el aire acondicionado al máximo.
Cambiaste la clase de aerobics por clases de yoga.
Si para buscar algo necesitas levantarte de la silla, lo piensas dos veces.
Hay más pelos acumulados en el desagüe de la bañera que los que hay en tu cabeza.
Cambias la cerveza por el vino tinto, y el vino común por el malbec, que tiene más bioflovanoides.
Sabes qué son los bioflavonoides.
Te preocupa más el colesterol que la celulitis.
Esta letra te parece muy chica.

Máximas de la pareja promedio



  • En la pareja , la mujer nunca consigue lo que espera y el hombre nunca espera lo que consigue.

  • El perfume más atractivo que puedes usar para seducir a un hombre es la pizza de muzzarella.

  • Nunca le digas a tu esposo que ya terminaste con lo que tenías que hacer, porque te pedirá que le traigas una cerveza.

  • Si quieres comprarte algo nuevo, tu marido siempre te va a explicar por qué realmente no lo necesitas, cómo es de caro y cómo es de feo.

  • Tu marido siempre sabrá como hacer algo mejor que tú, después de que tu ya lo terminaste de hacer.

  • No importa cuán estricta sea tu dieta, esta semana tu marido querrá pedir una pizza.

  • Los zapatos de un hombre están siempre en el lugar preciso que impide que abras tu placard.

  • Cada vez que tu marido te preste el auto, el tanque de nafta estará vacío.

  • El va a invitar a su jefe a cenar cuando más cansada estés.

  • Cuanto más detestes su polera verde, él más va a usarla.

  • Un hombre en silencio está planeando algo. Si ronca, es porque el plan resultó .

  • Tu marido está dispuesto a darte una mano con los chicos justo cuando no hay nada para
    hacer y cuando las criaturas están leyendo cuentitos en silencio, como querubines.

  • Las mujeres solteras se quejan de que los hombres buenos están casados, las mujeres casadas se quejan de sus maridos. Esto prueba que los hombres buenos no existen.

¿ Estás de novia con un Narciso?



Estar de novia con un Narciso es bastante frustrante, porque el romance se trata de dos personas amando a una sola : él .



  • Cree que todas las mujeres del muidno, cuando le dirigen la palabra, están coqueteando con él.

  • Seduce a la verdulera para que le agregue un tomate más al kilo.

  • No quiere saber nada de consejos porque se las sabe todas.

  • Es especialista en detectar todas las superficies reflectantes y se mira su reflejo en vidrios, espejos, cucharas, escaparates, copas y monitores apagados.

  • Lo que más toca cada día es a sus pelos.

  • No se perfuma para salir tanto como para estar solo.

  • En las puertas de los baños dibuja un corazón "yo y yo" Le deprime pensar que haya reencarnación, y tener que estar en otro cuerpo por que el suyo.

  • Sus padres son los mejores del mundo porque lo engendraron a él.

  • No soporta usar nada que no se promocione en revistas muy top.

  • Diez veces por día te pregunta qué tal le queda la barba.

  • Cree que su sonrisa es irresistible.

  • Usa anteojos negros para no deslumbrar con su mirada arrolladora.

  • Habla solo de él, y cuando se da cuenta dice “Ya basta de hablar de mi …quiero escucharte a ti …¿ Que opinas tú de mi?”

  • Si no se está hablando de él, se aburre.

  • Comenta apellidos de famosos conocidos por el cada quince minutos.

  • Despierta feliz por haber soñado que está en un escenario y lo aplauden a rabiar.

  • Presume de parcticar algun deporte que nadie más practica.

  • Inventa proyectos fashion , como el de comprarse un caballo de polo...que jamás se comprará.

  • No quiere casarse porque no hay mujer en el mundo que sea digna de él.

Esperando que tu candidato salga de terapia intensiva

Si sigue pasando el tiempo, y seguimos estando solas, y no tenemos la suerte de que un Adonis apasionado nos pise los talones, veremos que hay cantidad de gente ansiosa por presentarnos varones sueltos cuyas edades nos hacen pensar que para salir con ellos tenemos que pasar a buscarlos al asilo geriátrico...porque son los que van quedando sueltos. la sensacion que tiene una es que si no te casaste con el novieceito de la escuela secundaria, los hombres que quedan equivalen a raspar el fondo del frasco, donde lo que queda sabe a moho. Estabien aceptar hombres de todas las edades , pero anciando, no, chicas ...¿Y si él nos pasa a buscar en auto, y como no ve nada, choca contra el primer poste que se le cruza? ¿ Y si sufre un infarto y no sabemos qué pastillas hay que ponerle bajo la lengua? ¿ Y si el picante le cae mal y tienes que llamar una ambulancia para que retire el cuerpo del restaurante mexicano?
¡Pero tampoco estamos como para ponernos tan exquisitas como para ir rechazando hombres! En una de esas, quien sabe, el anciano tiene un nieto soltero que es un bombón ...¡Mira sino a la primera dama francesa Carla Bruni, que pasó de convivir con un filosofo famosos a tener un hijo con el hijo del filosofo famoso, que era un galán como de cine! ¿ Vas a ser menos que la Bruni?
Así como antes nos indignaba que alguien quisiera organizarnos una cita a ciegas con un perfecto extraño, las mujeres venimos tan vapuleadas que, al contrario, a veces agradecemos que nos organicen encuentros con tipos conocidos, si previamente nos muestran una foto del sujeto, su currículum, su biografía, estado actualizado de su cuenta bancaria, certificado de salud, domicilio y buena conducta. Si para entrar en un empleo a un hombre le piden menos que eso, ¿cómo no vamos a pretender como mínimo, esos mismos requisitos para que un hombre entre en nuestro cuerpo?
Estamos en la edad en que alguna amiga bienintencionada te llama para decirte que tiene un tipo “ ideal para ti”:
- Yo sé que te va a gustar. No es feo...
- ¡OH, no! ¡ Otro bicho!
- No, no, no. ¿Escuchaste lo que te dije? ¡No es feo! ...
- Déjame adivinar: ojos claros, pero muy juntos. Ojos hermosos con nariz de bergamota. Nariz preciosa, pero es bizco. Linda cara, pero es jorobado. Lindo cuerpo, pero es enano.
- Nada de eso: es guapo, alto...
- Pero pobre.
- No es pobre: es un profesional.
- ¿ Estilo Belmondo? ¿Asesino a sueldo?
- Es un buen tipo, y toca muy bien la guitarra.
- Entonces es un vago.
- No, no ...Trabaja de sol a sol.
- Dime de una vez cuál es la contra. Algo malo tiene que tener...
- Bueno... Tiene poco pelo...
- ¿ Pelado total?
- No. Pero... ¿ a esta edad, qué quieres? ¿ Un hombre real o Jimmy Hendrix?¡Los hombres de verdad están pelados!
- No me vengas otra vez con la historia esa de que la misma testosterona que les da el impulso sexual es la que les hace perder el pelo...
- ¡ Pero es rigurosamente cierto! Mira mi marido: lleno de pelo y cree que la cama sólo existe para dormir.
- Volviendo al candidato... ¿Por qué anda suelto si es tan maravilloso?
- Bueno...hay un detallito que no te conté. No lo vas a poder conocer ahora mismo...
- ¿ Qué? ¿Primero tiene que dejar a la mujer y los siete hijos?
- No... ¡Es soltero!
- ¿ Entonces?
- Tuvo un problemita de desarreglo hormonales, una pavada de tiroides... Y perdió tanto peso que tienes que darle tiempo a que se reponga.
- ¿ Tan débil está que no puede salir?
- En realidad no lo dejan salir: está internado en una clínica. ¡ Pero dale un par de meses y va a estar disponible, todo para ti!

Después conocemos al tipo, y resulta que todo eso de la guitarra era pura publicidad: de tan perfeccionista que es, como no toca como Paco de Lucía, no se acerca a la guitarra ni que lo amanecen a muerte. Obviamente, se les ingenia para mandarte una serenata antes de llevarte a la cama, y después sus cuerdas vocales entran en huelga de notas caídas. Ya se sabe que los hombres aprenden a tocar la guitarra nada más que para levantarse mujeres. Cuando se las levantaron, dejan la guitarra arrumbada y juntando polvo. Si les pides música, encienden la radio. Bueno, volviendo al caso anterior: ¿Problemita de tiroides? ¡Eso es lo de lo más divertido! Un día estás con un flaco muerto de frío en un verano con 50 grados a la sombra, y al mes siguiente estás con un gordo que suda a mares en la Siberia invernal...
Al mes de esta historia, te llama otra amiga bienintencionada que te dice:
- ¿ Estás en pareja?
- Mmmm...Sí y no...Depende...Si tienes a Mel Gibson vacante, largo todo.
- Lo que tengo es un amigo íntimo de mi novio. Casa en un club de campo, jugador de golf, empresario, auto importado...
- ¡Detente un segundo! .... Cuántos años tiene?
- Tiene 60, pero muy bien llevados,¿ eh? Bronceadito, prolijo, buena ropa, generoso...
- ¡Olvídalo! ¡Yo podría ser su hija! ¡No quiero un pederasta degenerado que abuse de una menor como yo!
- Pero este es un re- buen candidato que le gusta a cualquier mujer...
- ¡ A cualquier abuela, querrás decir! ¿ A cuántas mujeres le gustó hasta ahora?
- Tiene tres divorcios y seis hijos...
- ¡ Por Dios!
- Todos grandes, crecidos, que hacen su vida... ¿ eh?
- Y dime... ¿No tendrá un hijo buen mozo, empresario, que haga su vida y quiera conocerme?
- ¡No, no! Yo quiero que lo conozcas a él. Le hablé de ti y quiere conocerte...
- ¡Entonces dile que estoy gorda, casadísima y con diez hijos!

Una siempre quiso tener a alguien en la vida. Pero de pronto descubre que tendría que haber sido más específica.
Salir de marcha por las noches no nos atrae como antes.
Es más: salir de marcha en pleno día tampoco nos cautiva. ¡Cada vez nos parece más cautivante un sofá que un night club , un bar o ninguna cosa con sillas que sean menos mullidas que nuestro propio sofá!
En segundo lugar, no nos cautiva la idea de salir para meternos en un bar lleno de ruido, humo y parroquianos cuyas edades indican que deberían estar en un parvulario en vez de solitos tan tarde lejos de casa, de papi y de mami.
En tercer lugar, a medida que pasa el tiempo necesitamos mucho más tiempo que una mañana para recuperarnos de una noche de juerga.
En cuarto lugar, el alcohol que expenden en las barras de los bares de moda ya no nos estimula, sino que nos duerme, nos patea el hígado y lo único imborrable que queda de esa noche de parranda es el dolor de cabeza descomunal con el que amanecemos. La madurez reside en saber cuándo y dónde ser inmadura. Y aunque podemos tener ganas de divertirnos y conocer gente, descubrimos que trasnochar en lugares con música a todo volumen que parece haber sido grabada entre las máquinas de una empresa siderúrgica ( lo que llaman “música tecno”) no es nuestra manera favorita de pasar el tiempo.
Entonces andamos a los tumbos con citas a ciegas, como versiones femeninas de Míster Magoo. Nuestra vida amorosa se empieza a parecer al Tren Fantasma, hasta que comprendemos que debemos bajar las pretensiones para poder incorporar un macho en nuestras vidas.
La que sigue soñando con Richard Gere, que vaya a verlo en el cine.
En las noches de marcha jamás encontrarás a alguien ni remotamente parecido al hermano feo de Richard Gere.
Los hombres reales son más parecidos a cualquiera de Los Tres Chiflados. Pero esto no indica que no tengas que prestarle atención o darles tu teléfono. Hasta Moe tiene lo suyo...¡ De los tres, es el que tiene más pelo!

Hombres de todas las edades


Una buena noticia de cumplir años, es que la cantidad de candidatos masculinos a nuestra disposición, se amplía enormemente.
Cuando teníamos 20 años, los de más de 25 nos parecían viejos y los de menos de 20 eran demasiado inmaduros. Cuando teníamos 30, los de 40 eran ancianos y los de 20 unos bobitos. Llegando a los 40, de un hombre no esperamos que nos mantenga ni que nos halague. Sólo esperamos compartir un buen rato con un compañero que sea un “igual emocional”. Entonces nos damos cuenta de que, como los hombres de 40 a 60 se parecen bastante, tenemos un estómago mucho más duro para no hacerle ascos a tipos que antes no nos hubieran interesado para nada.
Una mujer adulta hasta al más feo le encuentra alguna característica encantadora: ojos expresivos, manos estilizadas, linda sonrisa, lindos lóbulos de orejas... El abanico de posibilidades masculinas se nos dispara como un torpedo... y hasta donde el estómago nos dé, porque no hay señor que rechace a una mujer de nuestra edad.
La Señora Robinson de El Graduado era mucho más interesante y sexy que su joven hija. La película Verano del ´42 (una banda de muchachitos enamorados de una cuarentona) calentó las braguetas de toda una generación de imberbes.
Los jovencitos fantasean con nosotras, y con todo lo que el contacto con una mujer mayor les pueda dar de experiencia humana o sexual y de lustre del ego.
Así que también esta franja masculina etaria- años atrás absolutamente despreciable e ignorada-, se nos dispara como target nuevo y atractivo.
Lo único que impide que revoleemos la chancleta es que, a esta edad en que los tenemos a todos a nuestros pies, a veces nos ponemos pretenciosas. ¿ Cómo no vamos a ser pretenciosas, si tenemos tanto para dar? Tenemos un cuerpo joven, somos más libres sexualmente y tenemos un cerebro rico en experiencias. Nuestras charlas son profundas y nuestro sentido del humor se agudizó con los años. ¿Le daríamos alguno chance a uno “ diez años menores”, como dice Arjona? Si el de diez años menos no es un bobito...¿ Por qué no? Eso de buscarse parejas menores no es atributo de los varones ni de las famosas. Todos ganarían con el destape: los varones a quienes siempre les gustaron las maduras harían realidad sus sueños edípicos, y nosotras ganamos ampliando nuestro espectro de elección.
Históricamente las mujeres salieron con hombres mayores que ellas, porque ellas maduran antes. Los hombres prefieren mujeres diez años más jóvenes que ellos, para que hagan juego con su edad mental. Por eso, los hombres de nuestra edad nos parecían inmaduros.
Con el tiempo, las mujeres descubrimos que los años cronológicos de un hombre no son ninguna garantía de madurez mental. Por eso, la idea de noviar con jovencitos nos empezó a parecer algo posible.
Salir con un hombre más joven tiene varios atractivos:
- Nos reencontramos en la cama con alguien que aún tienen un cuerpo fibroso y ágil, justo en la etapa en que los cuerpos de nuestros coetáneos cobran la consistencia de la gelatina.
- Tenemos a alguien cuyas imperiosas urgencias sexuales nos hacen sentir como una irresistible bomba sexual. Aunque tengamos que reconocer que esas urgencias se deben más a las hormonas de ellos que a nuestros atractivos.
- Volvemos a revivir nuestros años de juventud estando con alguien sin canas, sin arrugas y sin experiencia.
Muchas famosas señoras mayores descubrieron cuál es la diferencia de edad ideal entre el hombre y la mujer:
Catalina de Aragón le llevaba 6 años al rey Enrique VIII de Inglaterra.
María I le llevaba 11 años al Rey Felipe II de España.
María de Escocia le llevaba 2 años al Rey Francisco II de Francia.
Anne Hathaway le llevaba 7 años a William Shakespeare.
Josefina de Beaurnais le llevaba 6 años a Napoleón Bonaparte.
Mary Anne Windham Lewis le llevaba 11 años a Benjamin Disraelí.
Jenny von Westphalen le llevaba 4 años a Carlos Marx.
Pearl Cecily Bowen le llevaba 17 años a Raymond Chandler.
Isadora Duncan le llevaba 17 años a Sergei Esenin.
Thelma Catherine Patricia Ryan le llevaba 1 año a Richard Nixon.
Marguerite Yourcenar, Cocó Chanel, George Sands, Cher, Madonna, Olivia Newton John , Elizabeth Taylor, Liza Minelli, Jacqueline Bisset- ...y sigue la lista- , son todas mujeres que llegado cierto punto de la vida se dieron el lujo de elegir a su lado a hombres que en muchos casos podían ser sus hijos.
Ahora bien, si vamos a contar la verdad, es que los hombres jóvenes pecan, justamente, de portación de juventud. Nos cautivan, se entusiasman, nos adoran, nos seducen, nos juran amor eterno y un buen día demuestran que han llenado nuestra vida de magia: como buenos magos, nos echan unos polvos y desaparecen.
Su exceso de entusiasmo dura todo el tiempo en que salgas con él, en el sentido estricto de la palabra. Cuando luego de un tiempo de salidas, empiezas a desear entrar con él, la cosa se complica, y el chico se asusta. Porque él te quiere para estar afuera, o en la cama, sin términos medios. Nada de cumpleaños de amigos, almuerzos familiares ni bautismos de la ahijada.
Es el momento en que una empieza a perseguirse con preguntas absurdas: “¿Qué hice mal? ¿ Lo presioné demasiado?¿ Se contracturó la espalda al colgarme los estantes?”
Nada de lo que imagines es la verdadera razón de su huida estrepitosa.
La causa del fin de un sueño que duró poco es que él sólo quería pasarla bien, tener un lindo romance, vaciarte la heladera, robarte unos compacts, pedirte que le salgas de garante para una hipoteca... y basta.
Tal vez empezó a pensar demasiado en ti, creyó enamorarse de veras... y no se sintió emocionalmente preparado para cumplir con tus expectativas de “novio formal”.
Pero eso tampoco es consecuencia de salir con uno de 20... ¡todo eso mismo te puede pasar con uno de 50!
El mundo está lleno de vejetes que tampoco se sienten emocionalmente maduros para pasar a cierto nivel de permanencia y compromiso. Y encima, sexualmente son mucho menos efectivos.
Si te enamoraste de un jovencito, recuerda que la inmadurez siempre se hace notar. Y que no hay cosa más fea que encontrarte un día en la cama con un hombre más delgado, más lindo y más joven que tú: te hace sentir una ruina! Cuando sales con un jovencito, todo va bien hasta que te topas con un espejo lo suficientemente grande como para que te veas parada a su lado. La primera imagen que te viene a la mente es la de un escolar ( él) observando una momia inca ( tú) en un museo etnográfico. Y eso te agrega el problema de vivir pendiente de cada mujer joven que se le acerque con una sonrisa. Todas te parecen una amenaza, porque todas son menores que tú. Tienes que sentirte muy segura, para no morir de celos junto a un amante muy joven.
En cambio, junto a un señor mayor que ti, siempre serás tú la jovencita rezoagante. El ya tiene experiencia, ya no tienen ganas de andar buscando aventuras , tiene una vida hecha y una conversación interesante.?
Lo bueno de cumplir años es que todos los hombres del planeta están ahí para una: los mayores, los menores, los de tu edad, y los de la edad de tu hijo. A los 30 no te atraían los de 50, que ahora sí te interesan. Y a medida que creces te puedes enredar con uno de 20, que te hace sentir de 20 otra vez. ¿ Por qué privarse? Conocer gente es lo mejor que puedes hacer . Ya lo dijo la Madre Teresa de Calcuta : “Hay que amar hasta que duela”

Victimas de Hollywood


Somos nietas y bisnietas de mujeres que se casaban con el primer tipo serio que las cortejaba con cierta insistencia y que demostraba tener la perseverancia de esperarlas con flores en una esquina, aunque lloviera y ella lo dejara plantado tres veces porque no quedaba bien que una chica “de su casa” asistiera ansiosa y puntualmente a las primeras citas con un hombre.
Nuestras madres ya habían empezado a obnubilar su percepción femenina con las películas de cine.
Errol Flynn, Montgomery Cliff, Cary Grant y Clark Gable ( la mitad de ellos trolos) ya les habían empezado a pudrir el seso con escenas desgarradoras que mostraban que un amor no es tal si no cuesta perder una herencia, remar el océano y arruinarte la juventud rompiendo corazones propios y ajenos.
Nuestras madres tenían forrado el interior de sus placares con fotos de actrices de jopo imperturbable, tetas pinchudas y cinturas de avispa( como tenía que ser una mujer en esa época), junto a caras de muchachos de pelo brillante de fijador, de bigotitos finitos y mirada indiferente. Los tenían como modelos para saber a quién buscar para casarse: hombre rudos, machos, eternamente malhumorados, estilo John Wayne.
Claro que en ese entonces ellas tampoco sabían que John Wayne se hizo el macho por no hacerse homosexual. Su madre lo llamó Marion, (nombre de mujer) porque lo odió desde que nació, ya que ella quería tener una niña, no un tercer hijo varón.
El niño Marion recibió burlas de todo tipo en su infancia, hasta que se escapó a Hollywood y filmó dos millones de películas baratas, cada una en tres días, por las que cobraba poco y nada.
Lo que lo hizo famoso fue que en una América empobrecida por la guerra, él filmó más porquerías que nadie. Y tantas películas hizo, que plasmó la idea de que el verdadero macho era ese: un tipo traumatizado por una madre que lo odiaba, y que se salvó de ser gay por andar con una pistola matando indios a diestra y siniestra. Después se casó con una peruana que lo trataba como un bebé y le limaba las uñas de los pies: la mamá que nunca tuvo. Pero esa es otra historia.
Lo lamentable del caso es que John Wayne, con sus complejos, nos arruinó la vida a la mitad de las mujeres del planeta, por servir de modelo a otros tantos tipos traumatizados que lo imitaban, creyendo que ser macho es ser malhumorado, pedante, frío y soberbio. ( Y le costó un pene entero al marine nortemariecano John Wayne Bobbit cuando su esposa ecuatoriana Lorena se cansó de su maltrato)
Nos costó décadas convencer a los hombres que nos cruzamos en nuestra vida de que las mujeres no queremos hombres duros que hablan con monosílabos, sino hombres tiernos, sensibles y amorosos que quieran dialogar.
Mientras nos hacíamos señoritas, fueron cerrando salas de cine en todas partes.Sin cines donde exhibieran sus malos films, John Wayne dejó de ser la amenaza mayor.
Si Hollywood fue la escuela amorosa de nuestras madres, las mujeres de hoy tuvimos una escuela aún peor: la omnipresente televisión. Y ahí si que tuvimos modelos espantosos.
La caja de madera y vidrio verde botella nos llenó la cabeza de imágenes, tan perfectas como hubiéramos querido que fuese la vida misma.
Nuestra vida amorosa estuvo signada por los modelos que nos imponían las series norteamericanas.
Nos llenaron la cabeza con un sueño de American Way of Life imposible, donde la señora de la casa mantienen todo impecable sin esfuerzo, está siempre bella y con tacos, y los finales son todos felices.
Soñábamos tener un novio rubio con ojos celestes, con quien tendríamos una hija llamada Wendy y viviríamos en una casa de madera blanca con un porche con una hamaca colgante y una nevera llena de emparedados y malteadas. Tendríamos un perro llamado Lassie, e iríamos de vacaciones a Disneylandia.
Por ejemplo yo me enamoré del Zorro. Mejor dicho, de Guy Williams y su sonrisa permanente, sus tropelías en Monterrey y sus picardías como marcarle la “Z” en la espalda al malo de cada capítulo.La televisión también nos enseñó que los hombres son valientes y útiles sólo cuando están en acción y enmasacarados detrás de un antifaz: apenas se sacan el disfraz y dejan de trabajar, son torpes, tontos y aburrido, igual que nuestros maridos cuando dejan la corbata y el attaché.
Me fascinó descubrir que mi querido Guy Williams también era protagonista de Perdidos en el Espacio, una serie donde una familia entera deambulaba por planetas extraños buscando hacer contacto imposible con una Tierra lejana..
Mi única meta era casarme con Guy Williams, enamorada como estaba de su doble personalidad de padre protector en el espacio sideral y justiciero pícaro en la colonia española.
Me costó años convencerme de que Guy Williams vivía lejos, en Estados Unidos , era un actor famoso, y que jamás le prestaría atención a una niñita de primer grado que estaba muerta de amor por él.
Entonces traté de olvidarlo. Y de golpe, años después, sufrí un shock al enterarme por los diarios, demasiado tarde ya , que mi amado Guy Williams acababa de morir solo en mi propia ciudad natal.
No sólo se había quedado trabajando en la Argentina haciendo el papel de El Zorro en circos que recorrían las provincias, sino hasta me contaron que había tenido un idilio con una actriz argentina.
Para mí fue una enorme ironía, casi un shock, enterarme de que el hombre que descarté de mis sueños por inalcanzable, se hubiera muerto a la vuelta de mi casa. Quise creer que fui yo la que lo traje con mis pensamientos... pero como no me encontró, se murió de pena.
Mi vida amorosa fue como una mala serie americana. Pasé media vida buscando un hombre lindo, eficiente y frío como Ben Casey, y luego de encontrarlo , todo terminó con mi corazón escarchado de tanta frialdad.
Luego me pasé otra media vida buscando uno encantador, seductor y divertido como El Zorro. Pero los seductores vienen con la misma doble personalidad: contigo son El Zorro - engreídos y audaces- y con los demás son Don Diego de La Vega, tímidos y quedados. Encima se esconden detrás de un antifaz, desaparecen de noche, y con su espada te marcan la “Z” de “zonza”.
Luego quise uno justiciero y heroico como Batman o el Hombre Araña, pero los héroes nunca están en casa, y me sentí terriblemente sola: El héroe ayudaba a todos, menos a su esposa.
Finalmente busqué un hombre que sea contenedor, amable, valiente y paternal como Guy Williams en “ Perdidos en el Espacio”.
Me costó bastante... pero que los hay, los hay... ¡Perdidos en el espacio!

¿ A quién amar?



Las mujeres tenemos que enfrentarnos con una verdad ineludible: no podemos vivir sin un hombre, pero poco podemos vivir con un hombre al lado.
Un hombre al lado te facilita la vida en muchos aspectos: en casa hay dos sueldos en vez de uno, hay alguien que te avisa que tienes la etiqueta para afuera, tienes quien mate arañas y levante objetos pesados... y, además, tienes con quien reproducirte. Una vez reproducida, cuentas con otro adulto en casa para mandar a los chicos a la cama cuando tú ya no tienes ni fuerzas para intertarlo.
Pero no podemos obviar la contras: tienes en casa un chico más ( pero tamaño XXL) con caprichitos infantiles incomprensibles, que quiere hacer las cosas a su modo y pretende que te adaptes a sus horarios y deseos.
La ecuación entre estar sola y acompañada sería: comodidad versus libertad, compañía versus soledad, o aprender a arreglar canillas versus darle a un hombre la llave inglesa en la mano ( porque ya se sabe que los hombres son incapaces de encontrar algo en la casa, y menos una llave inglesa.
¿Cuál es el mejor de los dos estados? Francamente, no lo sé. Cada una encuentra su solución particular: cama afuera, cama adentro... o adentro, pero sin cama.
En cierta etapa de la vida, muchas mujeres descreemos del tan mentado “amor”.
A los 17, buscamos un hombre lindo.
A los 20, buscamos uno inteligente.
A los 30, buscamos uno que tenga plata.
Y a los 40, nos conformamos con uno que no sea horrible, ni imbécil, pero que ante todo, viva más o menos cerca.
Las mujeres con cierta experiencia ya sabemos cómo son los hombres:
Los hombres buenos, son feos.
Los hombres lindos, no son buenos.
Los hombres lindos y buenos, son gays.
Los hombres lindos, buenos y machos, son casados.
Los hombres lindos, buenos, machos y solteros, no tienen plata.
Los hombres lindos, buenos, machos, solteros y con plata, buscan una belleza de 20.
Cuando éramos bellezas de 20 y encontrábamos un hombre lindo, bueno, macho, soltero y con plata, él era tan tímido que nunca tomaba la iniciativa de invitarnos a salir.
Si una se animaba y tomaba la iniciativa, ese hombre lindo, bueno, macho, soltero y con plata se asustaba y desaparecía de nuestra vida, lo que confirmaba que era un idiota.
Entonces una se queda con no tan lindo, no tan bueno, no tan soltero y con no tanta plata que tampoco es tan tonto porque, al menos, se fijó en nosotras.
¿ Por qué las mujeres somos tan vuelteras con los temas del corazón? Porque si nos enganchamos con un hombre, tenemos mucho más que perder que ellos. Para empezar, un solo óvulo nuestro equivale en tamaño a millones de espermatozoides. El embarazo son nueve meses de acidez estomacal que comprometen la vida de la mujer, no del hombre. Y cuando al fin tenemos hijos, todo lo malo que hagan, será “ culpa de tu madre, que te crió así”.
Por otro lado, ¿ de quién podemos enamorarnos? Sólo de hombres que circulen cerca nuestro, y que estén vacantes. Pero la vida nos va demostrando que no todos los que circulan por nuestro camino nos gustan, sólo una infinitesimal porción de ellos están vacantes, y sólo a una millonésima parte de estos se le pasa por la cabeza invitarnos a salir.
Por eso, las que esperamos muchos años la llegada del Príncipe Azul, nos vamos quedando con el tipo que sea accesible, tenga dos dedos de frente, pueda mantener una conversación sin limpiarse las uñas con la cédula de identidad, y tenga con qué mantener a los hijos que tuvo con su ex.
Luego, hay que tratar de entenderlos, cuando ellos no nos entienden a nosotras:
Si eres dulce y tierna, para ellos eres pesada y cursi. Si no lo eres, eres histérica y fría.
Si discutes con ellos, pierdes el encanto. Si no discutes, te pierden el respeto.
Si no te arreglas, eres descuidada. Si lo haces, eres frívola y superficial.
Si no trabajas, eres vaga. Si lo haces y ganas más que ellos, se enojan.
Si trabajas en algo muy distinto, no te entienden. Si trabajas en lo mismo, compiten.
Si pagan ellos, eres una viva. Si pagas tú, se sienten disminuidos.
Si no te ascienden en el trabajo, eres quedada . Si te ascienden, es porque el jefe quiere acostarse contigo.
Si eres fea, no les interesas. Si eres linda, tampoco, porque eres vanidosa.
Si te niegas a atenderlos en cada capricho, no los valoras. Si los atiendes en cada capricho... no te valoran.
Y aunque seas la mujer perfecta si les llega la crisis de los cuarenta mal parados, se van con otra , quizás fea y aburrida...¡ pero 20 años menor que tú!
La problemática de las mujeres se resume en dos problemas:
a) Los hombres son una porquería.
b)Cómo conseguir un hombre.
Cuando entras más o menos en sintonía con un tipo que no te enloquece de amor, pero tampoco te disgusta demasiado... tienes que empezar a cuidarlo para que no se lo lleve otra.
Cuando una era joven quería un tipo apuesto, con plata, casa y auto. Con el tiempo vamos descubriendo que lo que una más desea es un hombre en que sea un buen tipo.
Después de todo, los hombres tienen vidas cíclicas que se pueden definir de este modo:
A los 4 años, son exitosos si no se hacen pis encima.
A los 12 años, son exitosos si tienen amigos.
A los 20 años, son exitosos si tienen relaciones sexuales.
A los 35 años, son exitosos si tienen plata.
A los 65 años, son exitosos si tienen relaciones sexuales.
A los 75 años, son exitosos si tienen amigos.
Y a los 85 años, otra vez son exitosos si no se hacen pis encima..
O sea que la prioridad número uno en la vida es buscar un hombre que no se haga pis encima.
Cuando tenía 20 años, yo me reía de todas esas que buscaban “ un hombre que me proteja”. ¿Protegerte? ¿ De quién? ¿De los tigres salvajes? ¿Y para qué, cuando una tiene fuerzas suficientes para defenderse sola? Ahora, por fin, entiendo el sentido de la expresión: se supone que quien te protege no va a atacarte. Y el mundo está tan lleno de hombres dispuestos a atacarte, que es muy lógico eso de desear a nuestro lado un hombre confiable y protector, que te cuide y no te lastime.
Lástima que las mujeres somos medio lentas para descubrir con qué clase de hombre nos estamos metiendo. Son tantas nuestras ganas de estar en pareja y tal nuestro miedo a quedarnos solas, que le “ ponemos” al otro virtudes que no tiene, y tendemos a disculpar sus locuras, con tal de adaptarnos a él y estar acompañadas.
“ Yo sigo con él con la esperanza de que cambie” es un pensamiento muy femenino. Pero una mujer sabe bien que el único hombre que puedes cambiar es el que aún lleva pañales. Todos los demás no se cambian, sino más bien se les agudizan las taras.
El problema que tenemos las mujeres es que nos aburren los tipos buenos.¿Qué anda mal en ellos, que no nos desprecian, como los demás? Con toda la energía que ponen las mujeres en comprender, perdonar y hacer recapacitar a tipos crueles, celosos o violentos sería posible construir un Manhattan por mes en pleno Sahara.. En cambio, un tipo bueno no te entretiene demasiado, porque no te da mucho trabajo.
Hay mujeres que se quedan con un hombre sádico “porque el pobrecito no sabe amar, porque nadie lo quiso en su tierna infancia”. Esas mujeres, ¿ no harían mejor en dedicarse a estudiar para asistentes sociales en vez de ser enfermeras amateurs de un pobre alienado?
También hay demasiadas mujeres que dicen: “Yo no salgo con un tipo si él no me divierte de entrada”. ¿Qué quieren? ¿Un hombre o un payaso? El tipo que se la pasa divirtiéndote y riéndose de todo, también se ríe de ti y de lo que le reprochas, cuando te abandona diciendo que “ eres una amargada”.
No es fácil esto de encontrar a quién amar.
Después de todo, “amor” es una palabra de cuatro letras, dos vocales, dos consonantes y dos idiotas.

Verdades acerca de los varones




  • Cuando un hombre está callado y sumido en sus pensamientos, generalmente se esta preguntando que habrá de comer.

  • Los hombres preguntan “¿te ayudo con la cena?“solo cuando están muertos de hambre, y para que la pongas de una vez en la mesa.

  • Los hombres dicen “seria muy largo de explicar“cuando no tienen idea de como funciona algo.

  • Los hombres te dicen “por que no descansas“cuando la aspiradora no les deja escuchar el partido.

  • Los hombres dicen “Qué interesante“cuando se dan cuenta de que todavía sigues hablando.

  • Los hombres dicen “no lo encuentro“para que le des en la mano aquello que están buscando.

  • “Claro que te escuché” lo dicen cuando estaban distraídos y no tienen idea de lo que dijiste para harán una representación teatral fingiendo que te escucharon.

  • Cuando un hombre te dicen “Estas hermosa”quiere decir “Salgamos de una vez que me muero de hambre“.

  • Cuando un hombre dice“No estoy perdido” quisiera agregar “simplemente no tengo la menor idea de donde estamos”.

  • Los hombres son como bolsitas de nylon: se guardan todo pero son tan transparentes que podés ver todo lo que llevan dentro.

  • Los hombres son como cortaplumas suizos: parecen útiles para mil cosas, pero sólo sirven para abrir botellas.

  • Los hombres son como martillos: no evolucionaron nada en 10000 años, pero es útil tener uno a mano.

  • Los hombres son como licuadoras: necesitas uno, pero no sabés bien para qué.

  • Los hombres son como lámparas de lava: divertidas de ver, pero no iluminan nada.

  • Los hombres son como el horóscopo: te dicen qué hacer y siempre se equivocan.

  • La antigua teoría era: “Casate con un hombre mayor porque son maduros”, pero la nueva teoría es: “Los hombres no maduran, casate con un hombre joven.”
  • Cuando tú quieres tener una mejor comunicación , el quiere tener un mejor televisor.
  • La manera que tienen los hombres de encontrar algo es revolver todos los cajones de la casa a los gritos hasta que la mujer se lo busca.

  • Para algunos hombres, el matrimonio es la manera más cara de lograr que les laven la ropa gratis.

  • A los hombres no les importa saber qué dan en la tele. Lo único que quieren saber es que más dan en la tele.

  • Un hombre solo, habla del tiempo. Dos, hablan de fútbol. Tres, fingen saber algo de política. Cuatro se emborrachan.

  • Cuando no queda más nada para decir, siempre hay un hombre que lo dice.

  • Las mujeres solteras se quejan de que los hombres buenos están casados, las mujeres casadas se quejan de sus maridos. Esto prueba que los hombres buenos no existen.

  • En el amor, la mujer nunca consigue lo que espera y el hombre nunca espera lo que consigue. Un marido nunca cuenta algo: exagera.

  • Todo hombre tiene siempre una solución a cada problema. No servirá para nada, pero es una solución.

  • A los hombres hay que pedirles una cosa a la vez, porque después del primer pedido, ya no te escuchan.

Nos invaden los histéricos


Es alarmante la cantidad de lectoras que me escriben preguntando qué hacen con alguien que ellas aman, pero que no les da pelota.
La situación se repite en todas partes y en todas las edades, con una frecuencia estrepitosa.
La situación tipo es la siguiente: ella jamás se hubeira fijado en él si él no se hubiera fijado antes en ella . El la espera para salir juntos del trabajo o colegio, la llama preguntandole cuales son sus planes, le dice piropos halagadores respecto al color de sus iojos, su voz, su risa o su lindo nombre, le asegura que nunca se sintió tan cómodo con ninguna mujer, que ella es especial, que es la más dulce, alegre, inteligente e ingeniosa, y si no se los dice , hace o posible por cruzarse por donde ella esté a propósito, o por salir con ella a distintos programas, siempre en plan " amigos intimos" .
Ella empieza a sntirse intrigada por este hombre que parece tan interesado y apegado. Pero la actitud de él es errante, y asi como la invita a ella al café más romántico a tomar un vino a la luz de la luna llena, al dia siguiente no la llama y se muestra esquivo. Entonces ella empieza a inquietarse porque ya no sabe que pensar de por qué el la trata tan bien de golpe, y luego la olvida. No puedes reclaramrle nada a élk, porque claro, no es tu marido, ni tu novio ni tu amante. Y piensas que no será correcto ponerle punto final a este coqueteo interminable diciendole " ¡Ey! ¿ Que quieres de mi con esta historiade llamarme, pasarme a buscar y cuchichear hasta la madrugada , si ya van tres meses que ni intentas besarme?" . Y no seria correcto porque no es que temoleste el coqueteo, sino que lo que te molesta es que es simpre igual, no se avanza un centimeyro, y no sabes qué esperara de esta relacion . Los demas te preguntan si es tu novio y dices que no, pero es el unico que te llama tres veces por dia. Te mueres de ganas de preguntarle: " Dime una cosa , nosotros dos, ¿qué somos?" , pero te aterraría que te responda " Dos buenos amigos, ¿ por qué lo preguntas?"...¡ porque tú no quieres ser su amiga, quieres que todo esto sea sólo el principio de algo mas profundo, de una relación pasional que acabe en amor profundo!
Y lo increible es que este tipo ni siquiera te gustaba, sino que te empezó a gustar por como te trataba, y ahora te tiene como obsesionada por el de pura dependencia e intriga .
¿ Como detectar al histérico típico?
1- Te invita a comer a la luz de las velas ...para hablarte de su novia .
2- Cuando te apoyas en su hombro en el viaje en taxi, te pregunta por tu ex novio.
3- te dice que le encanta lo que llevas puesto, que su madre tiene algo igual.
4- Te cita en la loma del diablo para llevarte a la fiesta de un amigo, donde te presentará a todos los suyos ( como amiga, obvio) , y cuando llegas despues de dos horas de viaje el no está, y a los veinte minutos te llama al móvil para decirte que no irá.
5- Lo invitas a una reunion en tu casa para presentarle a tus amigos, llega tarda te pide que salgas a la calle, y dice que vino para verte un segundo, pero que no podra quedarse porque tiene el cumpleaños de una sobriniuta que cumple tres años.
6- Te pasa a buscar el sabado prometiendo llevarte a un sitio muy especial ...y es la casa de la abuela, donde ambos pasan la tarde tomando un te con la adorable anciana.
7- Te invita a su casa prometiendo una tarde de pasión , y cuando llegas está haciendo de baby sitter de tres hermanitos y dos sobrinitos co los que acabas jugando a la Play Station.
8- Te dice que lo pases a buscar al trabajo y cuando llegas está coqueteando con todo el departamento de Publicidada ( todas chicas ) ...y ni siquiera te presenta.
9- Al saludarte con un beso te besa en la comisura del labio, apuntando a besarte la boca, pero esquivandola em el ultimo momento .
10- te dice que se dio cuneta que el amor de su vida es la novia con la que se pelo ayer... pero te lo dice a dos centimetros de tu cara .
11- Te abriga con su saco... aunque no tengas frío.
12- Sin que haya pasado nada te dice “Te noto rara...¿Estás enojada conmigo?”
13- Asegura que nunca conoció a nadie con la que compartiera tantas cosas como contigo .
14- Te jura que eres la persona que siente más cercana en su vida, a la que es capaz de contarle todo.
15- Te lo cuenta todo acerca de sus ex novias ...¡y lo quieres matar!
Mujer: si tienes dos dedos de frente y un gramo de autoestima, debes saber que este tipo , asi como te parece de guapo, fascinante y seductor, NO VALE NADA DE NADA .
Lo que quiere el es probar que puede tenerte a sus pies por si las moscas , y hasta quizas salga de la relacion de neta amistad para caostarse contigo cuando a el se le ocurra, pero ni así lograrás que se convierta en tu novio. Tambien podras casarte y tener 5 hijos cvon él y ni asi será tuyo jamás, porque es la lcse de tipo que solo se interesa a si mismo, no le interesas tú nada más que para saber que estas interesada en él.
El histerico es un ser vacio, que en el fondo se tiene muy poco aprecio a si mismo. Por eso valora mucho mas a cualquier otra cosa ajena a él. Por eso , tu para el eres fascinante hasta que caiste en sus redes, momneto en el cual ya no le inetresas , y juega contigo al gato y al ratón , juego en el cual eres un raton desorientado, a punto de ser devorado. Cuando el histerioc logra acabar de seducir a la otra persona, la ignora y la desprecia, porque esa persona ya es parte de él y su entorno, por eso, si caes en sus redes ya no tiene interes en ti .
Este especimen desarrolla altos grados de sadismo, porque siempre esta probando cuál es tu limite, hasta donde puede hacerte sufrir , a ver si serias capaz de seguirlo sea lo que fuera que él haga . Si no lo sigues, te reprocha que le hayas fallado, que no le hayas sido su fiel amiga incondicional. Si lo sigues, te maltrata e ignora, porue seguirlo es - para él - tu única misión. No tienen en cuneta que tu tambien tienes una vida, ni le importa.
El histérico puede ser del tipo " ausente" - colgado, distraído, que hasta se olvida de ti - o del tipo activo de tiempo completo.
Este especimen es el más peligroso, y ya hablaré de él.
Si te cruzas con u histerioc, cuanto más le des , peor será. Nunca lograraáss nada bueno con el . Y lo mas cruel que hace este hombre es hacer perder toneladas de tiempo a mujeres con als que nunca convcreta nada . Y ya sabemos que el tiempo de las mujeres es mucho mas valisioso que el del hombre ( hacemos más cosas, tenemos menos tiempo para ser madres) , y no podemos darnos el lujo de derrocharlo junto a un idiota que se cree gran cosa, y no es más que un pobre tipo que no sabe amar . El hombre que le hace perder tyiempo a una mujer es un idiota total.
El mundo se está llenando de estos hombres - estatuas , tipo " solo me muevo si me das una moneda" ...AJ!!!