martes, 28 de septiembre de 2010

Los hombres son como los aviones


El Hombre, hasta los 20 años:
Avión de Papel.

Muy liviano. Sólo vuelos rápidos, de corto alcance y duración.

De los 20 a los 30:
Caza Militar.

Siempre listos, 7 días por semana. Ataca cualquier objetivo. Capaz de ejecutar varias misiones, aunque estén separadas por cortos intervalos de tiempo.


De los 30 a los 40:
Aeronave Comercial de Vuelos Internacionales.

Opera en horario regular.
Destinos de alto nivel.
Vuelos largos, con pocas sorpresas.
La clientela llega con gran expectativa; al final, sale cansada, pero satisfecha.

De los 40 a los 50:
Aeronave Comercial de Vuelos Regionales.

Mantiene horarios regulares.
Destinos bastante conocidos y de rutina.
Los vuelos no siempre salen en el horario previsto, lo que requiere cambios y adaptaciones que irritan a la clientela.

De los 50 a los 60:
Aeronave de Carga.

Preparación intensa y mucho trabajo antes del despegue.
Una vez en el aire, maniobra lentamente y proporciona menos confort durante el viaje.
La clientela está compuesta principalmente por bolsos y bultos diversos.

De los 60 a los 70:
Ala Delta.

Exige excelentes condiciones externas para levantar vuelo.
Da un trabajo enorme el despegue y, después, evita maniobras bruscas para no caer antes de hora.
Después del aterrizaje, desmonta y guarda el equipamiento.

De los 70 a los 80:
Planeador.

Sólo vuela eventualmente y con auxilio.
Repertorio de maniobras extremamente limitado.
Una vez en tierra, precisa ayuda hasta para volver al hangar.

Después de los 80:
Modelo Antiguo.

Sólo adorno..