viernes, 4 de septiembre de 2009

¿ Son ellos tan diferentes a nosotras?


Nos separan pequeñeces

¿Qué es lo que tenemos que entender de los hombres?
Que hay nimiedades que debes tolerar, especialmente después de haberte casado con uno de ellos. Por ejemplo, debes saber que jamás lograrás que un hombre entienda que si deja una toalla mojada sobre una cama, ésta no se secará, tomará olor a humedad, y habrá que lavarla ocupando medio tambor de lavarropas y una buena porción de jabón en polvo, lo que conlleva un poco ecológico gasto de jabón, agua, electricidad y planchado . En cambio, si en vez de dejarla en la cama la colgara afuera, podría reciclar su uso a varios baños más. Pero los varones, rebeldes, insisten en dejarla sobre la cama, o flameando enhiesta en un sofá cual orgulloso estandarte a la Orden de la Ducha. ¿Lo harán para que todo el mundo sepa que por fin se bañaron? Nadie se divorcia por una toalla mojada en la cama, pero es la suma de estas pequeñeces las que te ponen de mal humor y arruinan las ganas de decirle cosas lindas.
En esta época de mujeres liberadas, el mayor trabajo doméstico recae en la persona a quien más le fastidia el desorden…que siempre es la mujer. A los hombres no les molesta vivir en un basural. Si por ellos fuera, la mugre podría acumularse tanto como quisiera hasta que él diga: “Oye, hay una cucaracha en mi bife”, y tú le digas “Es natural, están caminando sobre tu cara” .Pero tampoco creo que a él le importe mucho. Y si le importa, cuídate: él será uno de esos maniáticos de la limpieza que están a un paso del manicomio.
Otra pequeñez que nos separa es que los hombres no comprenden esa manía femenina de querer “ir de compras”, Habría que explicarles que para una mujer el placer de mirar vidrieras no reside en comprar cosas sino en ir a ver cosas que ella no tiene que lavar ni planchar ni guardar. Mirar los escaparates de las tiendas equivale en ir a ver cosas que otro acomodó , limpió y ordenó por tamaño …¡ qué placer! .
Los hombres no comprenden que hablemos por teléfono dos horas con una amiga, o que queramos tener encuentros sociales. Pero ellos deberían tener en cuenta que sacándonos a charlar con otra gente alivian nuestra necesidad de comunicarnos con seres de la misma especie, y ya no les pediremos a ellos que nos hablen.
Ellos se quejan de que “ella pretende que yo adivine lo que quiere”.
Pero en la frase “Hay una araña en la cocina” no hay nada que adivinar. Una nunca lo anuncia a título informativo, sino pidiendo solución activa: que él la mate, o la espose y lleve detenida.
Como ves, seguimos y seguiremos sin entendernos.

Lo que tenemos en común

Veamos finalmente qué espera una mujer de un hombre y qué espera un hombre de una mujer.
¿Qué esperan las mujeres del hombre con quien vayan a compartir sus días?
Que sea seguro de sí mismo, auténtico y caballeroso. Que sea alegre y optimista. Que la haga sentir especial y única. Que le sea fiel, que no le dé celos ni le hable maravillas de sus ex. Que tenga una vida activa, con planes y proyectos. Que sea un buen compañero. Que la escuche con interés y que le demuestre que puede contar con él. Y que la bese seguido. ¿ Es mucho pedir? No, porque …¿Qué crees que espera un hombre de la mujer de sus sueños? Que sea segura de sí misma, auténtica y generosa. Que sea alegre y optimista .Que lo haga sentir especial y único. Que le sea fiel, que no le dé celos ni le hable maravillas de sus ex. Que tenga una vida activa, con planes y proyectos. Que sea una buena compañera. Que lo escuche con interés y que le demuestre que puede contar con ella. Y que lo bese seguido.
Como ves, ambos esperamos exactamente lo mismo, así que en lo profundo no somos tan diferentes.
A hombres y mujeres nos gustan las mismas personas: las que nos alientan y no nos critican. Las que se alejan como para poder echarnos de menos, y no buscan fagocitarnos. Nos sentimos a gusto con alguien que confía en nosotros sin perseguirnos, y que tiene humor sin sarcasmo.
Por eso, aunque hombre y mujeres tengamos diferencias en la manera en que fuimos educados, en lo más importante- que es con qué tipo de trato nos sentimos apreciados -esperamos lo mismos de la pareja ideal.
Eso simplifica mucho las cosas. Te muestra que para estar bien con un hombre solamente debes tratarlo como quisieras que él te trate a ti. Y agrego; trátalo un poquitín peor y déjalo deseando ciertas cosas, para que se sienta tan seguro de ti y se quede cerca para no perderte.

No hay comentarios: